Macrocosmos, microcosmos y medicina: Robert Fludd, de Joscelyn Godwin (Atalanta)  Traducción de María Tabuyo y Agustín López | por Francisca Pageo

Joscelyn Godwin | Macrocosmos, microcosmos y medicina: Robert Fludd

Científico, investigador y místico. Filósofo, teólogo y metafísico. Estas serán todas las cualidades que Robert Fludd tomará de lleno y que se verán enormemente reflejadas en este libro. En él leeremos su biografía , cómo se hace médico y se convierte en parte integrante de los rosacruces. La edición, además, recoge todas las publicaciones y entregas anuales que el autor escribiría entre 1617 y 1621. En ellas figura todo un estudio y manifiesto de los que, más tarde, se apropiarían organizaciones como la teosofia o el movimiento new age.

Macrocosmos, microcosmos y medicina es un tratado metafísico. Un tratado sobre el sol, el cielo, las nubes, los elementos. Si vamos despojando las partes más densas de nuestra alma y nuestro cuerpo, lograremos conectar con nuestro ser más íntimo; es como si hubiéramos subido unos peldaños para estar con Dios. A ello es a lo que aspiraba Fludd y, de hecho, lo consiguió. Toda descripción del lado científico de las cosas que Fludd expone aquí es a la vez una visión completamente metafísica de ellas. Y viceversa. Para Fludd, ciencia y metafísica habrían de ir de la mano.

Fludd era un da Vinci adelantado. Abordaba tal cantidad de cosas y con tanta majestuosidad en el terreno de las ideas que podríamos tildarlo de genio y superhombre debido a todos los conocimientos que poseía. El autor se encontraría con los mitos universales y los haría suyos de tal manera que vemos aquí unos mitos capaces de existir por ellos mismos sin tener que recurrir a los originales. Son unos mitos sobre el hombre, el superhombre y el universo. Unos mitos que nos adentran en la profundidad de la materia y la no materia, en lo visible y en lo más oculto.

En los grabados que se muestran en esta edición, todos a cargo de Robert Fludd, vemos un universo completamente propio y particular, en el que la metafísica se encuentra con la ciencia, en el que la alquimia lo aborda y seduce todo. Viéndolos de a poco y observándolos con la mirada de un niño, podemos apreciar la penetrante técnica y majestuosidad del trazo de Fludd y su conocimiento, profundo y verdadero para cualquier alquimista del mundo celeste y humano. Fludd se convertiría en un Fausto que entraría al cielo y a no al infierno, en un Fausto que haría uso de sus nuevas alas invisibles para bajar a la tierra y mostrarnos con todo su esplendor los conocimientos esotéricos de la vida y su misterios últimos. Aquí lo oculto se ve revelado. Nos hallamos ante la belleza última de la vida, de las cosas.

De este modo, Macrocosmos, microcosmos y medicina es un libro para aquellos que buscan más allá de lo que este mundo nos muestra. No tanto para aquellos que se preguntan por la verdad, sino para aquellos que buscan la belleza en lo mistérico y oculto, en la ascensión de lo humano y las propiedades del mundo celeste. ¿Qué es una vida sin ascender a todo ello? Es una vida que sólo se quedaría con la materia, una vida cuya alma no se verá traspasada por las alas de un ángel o la leve brisa celestial que el gozo de Dios nos puede dar. La búsqueda de esto último es lo que los lectores de Fludd obtenemos de una manera u otra. Robert Fludd es un héroe de los cielos. Él supo verlos, los conoció y volvió a la tierra para mostrárnoslos.


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