Hace algo más de nueve meses comenzaba, en lo que tiene de visible, nuestro número tres. Desde entonces, se han sucedido cincuenta y seis textos, cientos de imágenes, vídeos, películas, directores, escritores, sentimientos, emociones, cambios de sentido,… Ha sido un trayecto agotador en el que hemos encontrado gente, perdido otra, pero siempre disfrutando texto a texto e intentando ofrecer algo que justifique nuestro nombre, en la certeza de que solo se puede llegar a ser algo como decía Francis Bacon: trabajando. Paréntesis: y aquí podríamos dudar, como Leonardo Sciascia, de la palabra, que decía que él no trabajaba, puesto que hacía lo que le gustaba…
Más allá de las palabras, una revista se debe justificar por sí misma, no por sus intenciones. Así pues, os invitamos, una vez más, a recorrer ese índice (y también los números anteriores), a dejaros llevar por vuestra intuición y perderos en alguno de esos textos, sino todos, o recorrerlo simplemente al azar.
En todo caso, queremos agradecer, en primer lugar, a toda la gente que escribió en este número, sin los cuales no es que esto no sería posible, sino que no tendría sentido. Luego, a la gente que nos leyó, porque igualmente tampoco lo tendría sin ellos.
Volveremos en unos meses con el número cuatro y será otra cosa, como lo fue este y como lo fueron los anteriores. Hasta entonces.
Óscar Brox, Ferdinand Jacquemort, Francisca Pageo
Editores