El dinero de Hitler, de Radka Denemarková (Galaxia Gutenberg) Traducción de Elena Buixaderas | por Juan Jiménez García

Radka Denemarková | El dinero de Hitler

Radka Denemarková no empezó a escribir a una edad muy temprana (su primera novela la escribe en 2005, con treinta y seis años). Antes se había dedicada al teatro y antes aún a la enseñanza, pero, desde que decidió pasarse a la prosa, se ha hecho un importante hueco en las letras checas contemporáneas. No es que conozcamos mucho de ella (aunque resulte especialmente conmovedor saber que su primera obra era una biografía sobre Evald Schorm, cineasta tan personal como extraordinario), pero ciertamente este El dinero de Hitler, que ahora publica Galaxia Gutenberg, solo puede colocarla ahí, en una primera línea de algún desconocido frente.

Gita Lauschmannová tiene dieciséis años cuando, acabada la guerra y liberada del campo de concentración de Auschwitz, regresa a su pueblecito natal, Puklice. Su familia, checos alemanes judíos, era la propietaria de prácticamente todo el pueblo, y todos ellos han acabado muertos o desaparecidos, excepto ella y su hermano Adolf, del que también se espera su regreso, aunque no se sepa cuándo. Gita vive pues en el peor de los tiempos posibles: el peor tiempo para ser judía, en aquella Alemania nazi que había ocupado Checoslovaquia; el peor tiempo para ser checa, un motivo más para ser exterminada; el peor tiempo para ser alemana, tras el final de la guerra y la llegada del comunismo y otra historia. Cada una de estas cosas la condena de algún modo a la muerte. Y, de todas ellas, tiene que sobrevivir. Y sobrevive.

Pero sobrevivir es un simple acto, tras el que se esconden infinidad de pliegues y de resortes. Toda una historia. O toda una vida, por hablar en términos más manejables. Y lo cierto es que cuando llega en busca de su cama, con la única intención de esconderse entre las sábanas, se encuentra con Ladislav Stolař y unos cuantos más. Ladislav Stolař es un antiguo empleado de su padre. Ahora, junto esos otros más, han expropiado y se han repartido las propiedades de su padres por colaboradores nazis (sí, morir en un campo de concentración no te asegura nada). Cierto, han utilizado unos métodos algo dudosos, y ello solo puede llevar a intentar deshacerse de la mocosa. No lo logran, pero no porque no lo intentan, sino porque aún queda alguien capaz de apiadarse de ella.

Lejos de allí, el tiempo pasa y la vida también. Caen las dictaduras, los regímenes, los telones. Gita, ya abuela, regresa al pueblo. La memoria de sus padres ha sido restituida y ahora le toca a sus propiedades. Pero ella no quiere eso. No tiene nada que hacer allí. Solo quiere una estatua para su padre y un museo, aquel que siempre quiso él. Y sí, los tiempos han cambiado, e incluso las personas (ahora se encontrará con un Stolař hijo, además alcalde), pero eso no implica nada. Los mismos resentimientos, las mismas incomprensiones, las mismas bajezas, la misma crueldad. Se abrirá la caja de los vientos del pasado y de ella saldrán esos aires furiosos que arrasarán el presente.

Denemarková, con todos estos elementos, logra construir un relato tenso, angustioso por momentos y siempre interrogante. Razones tienen todos. La verdad, quién sabe, tal vez ninguno. Lo cierto es que el pasado, reciente o no tan reciente, es algo incomprensible pero que pesa insoportablemente sobre el presente, creando nuevos tiranos y nuevas víctimas. También nuevos lenguajes que hacen imposible la comunicación. El personaje de Gita se convierte así, con sus tres estigmas (uno para cada momento), en emblemático de un mundo que siempre está contra algo y rara vez a favor. Como si siempre necesitáramos a alguien a quién odiar o a quién perseguir. Pero qué vamos a contar varias décadas después…


1 thought on “ Radka Denemarková. Razones para morir, por Juan Jiménez García ”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.