Blackcelona (Dalpine), de Salvi Danés | por Francisca Pageo
Blackcelona es el segundo fotolibro, editado en cartoné con un estampado en la portada en bajo relieve, del fotógrafo Salvi Danés. En él, el autor nos muestra una Barcelona oscura, tenebrosa y misteriosa, reflejo de una ciudad extraña y peculiar.
Además del propio fotolibro en sí, el autor ya había publicado, para Standard Books, un periódico/diario, una ramificación creativa alternativa, con las mismas fotografías; también existe una app, creada por Espadaysantacruz Studio, para iPad, que se puede descargar desde iTunes. Danés ha hallado una Barcelona a través de un mapa propio que él mismo ha construido con los personajes que lo habitan y las cosas que ha ido encontrando por el camino. Una Barcelona, ante todo, nocturna, territorio totalmente diferente al de su otro proyecto, Transmontanus, a pesar de que en ellos hay un tema en común: el viaje, el camino, el recorrido.
En esta bella edición vemos fotografías dignas de la más pura novela negra, una novela negra imaginaria que el propio autor establece consigo mismo y con su mirada. En ella, el misterio se puede ver rondando y la búsqueda de un culpable lo impregna todo. Hay cierto halo de representación efímera, en la que nada es permanente pero todo tiene su razón de ser. Danés busca lo que no vemos y se recogen, así, los retratos de una manera profunda. El autor juega a ser policía, detective, investigador, buscando y hallando a los que podrían ser culpables o inocentes y buscando esas pruebas del delito que todo caso deja tras de sí. Todo ello se ve, de alguna manera, reflejado.
De este modo, estamos ante una novela extremadamente visual llena de trampas y entresijos, todo ello impuesto por Danés, que nos incitan a imaginar qué es lo que ha pasado, lo que ronda por este caso criminal que nos hace preguntarnos si es un caso abierto o cerrado. ¿Seremos nosotros, los lectores, los que quizás lo dejemos de una manera u otra? Tal vez tengamos que preguntar al propio autor si se queda de una manera o de otra. Lo que está claro es que este es un fotolibro que nos hace pensar, nos invita a querer ser parte de esa novela negra que Danés ha escrito con su mirada. Porque, sí, Danés ha escrito con la mirada lo que Raymond Chandler hubiese escrito de manera literaria. Ha logrado llevar a su terreno un mundo criminal imaginario en su sentido más poético, más puro, pero de una manera directa y sin miramientos.