número tres | pa(i)sajes: el sueño de una forma | ilustraciones: francisca pageo
Puede resultar chocante que se mezclen en un mismo artículo los nombres de Disney, Fischinger, Švankmajer, Bozzetto y Yuasa. O si lo prefieren expresado en forma temática: el coco de la animación para la vanguardia cinematográfica; dos artistas de vanguardia que eligieron la animación como vía de expresión y que, por tanto, no dejan de ser vistos como equivocados, desde el punto de vista de esa misma vanguardia; un animador comercial europeo que no dudó en situarse en los márgenes de lo comúnmente aceptado como animación, lo cual podría explicar su semiolvido presente; y, por último, una de las figuras más personales del anime contemporáneo, esa etiqueta demasiado conveniente que oculta fenómenos dispares. Personalidades, como podrán, divergentes y, en ocasiones, absolutamente opuestas -como es el caso de Fischinger y Disney-, pero que en el mundo real llegaron a colaborar estrechamente, aunque esa historia no tuviera un final feliz, especialmente para el animador alemán. Un ejemplo que nos muestra lo equivocado que es nuestro punto de partida metodológico consistente en incluir a las personalidades artísticas en cajitas estancas en las cuales las encerramos a pesar suyo, quizá temerosos porque acaben de negar y demoler nuestras aspiraciones de pureza.
La realidad es que todo artista, como cualquier ser humano, pertenece a una red de relaciones que le une y ata a sus contemporáneos, por muy alejado de ellos que el paso de los años y la reconstrucción de los hechos históricos quieran hacernos creer. Ese, y no otro, es el propósito de este artículo: proponer un juego poco habitual de relaciones y semejanzas que, partiendo de ese encontronazo entre Fischinger y Disney, nos lleve a autores insospechados y adhesiones inesperadas.
David Flórez