Giacomo Casanova tituló su más importante obra autobiográfica Historia de mi vida, en la que glosaba con brío y detalle la gran cantidad de aventuras y peripecias amorosas que había recogido en un tiempo, el siglo XVIII, que vivía el éxtasis de la razón ilustrada. Un tiempo donde se fermentaba la historia de las ideas al mismo ritmo con el que el hombre emancipaba su identidad individual de aquellos poderes que hasta entonces habían decidido el destino colectivo. Un tiempo que Fellini retrató de manera inolvidable en ese Casanova de estética lujuriosa y moral congelada que, en su vejez prematura, desnudaba la pantomima que coronaba ese periodo histórico. Un periodo que, en su decadencia, parecía anunciar la apoteosis del romanticismo que se extendería durante el siglo XIX y cobijaría a esa otra figura mitológica, Drácula, bajo el ala de una vida que trocaba el placer de la carne (y de las ideas) por la angustia de la condena. El paso significativo de la Historia de mi vida a la Historia de mi muerte.
En D’entre les ombres: apuntes unidireccionales sobre Història de la meva mort, Andrés Rubín de Celis nos ofrece la oportunidad de acompañarle en su recorrido a través del último filme de Albert Serra y sus múltiples capas. Una historia donde dos mitos de la cultura moderna se encuentran en un improbable episodio histórico, en pleno tránsito entre las luces dieciochescas de la Razón y la gótica oscuridad decimonónica del romanticismo.
Número cinco
Nuestro tiempo
Imágenes: Vanessa Agudo