Un revolver para salir de noche, de Monika Zgustova (Galaxia Gutenberg) | por Francisca Pageo
Una novela basada en la vida de Vladimir y Vera Nabokov no es una novela cualquiera, sino una novela de dos figuras clave para entender lo que fue la literatura del S.XX. Una literatura tan universal como la naturaleza, pero también tan particular y llena de matices como lo es el propio ser humano. Esta novela escrita por Monika Zgustova nos trae de esta manera una especie de confesión de lo que serían las vidas de esta singular pareja. Y es que no podríamos ver a Vladimir Nabokov sin Vera (pues fue la que llevo a cabo todas las gestiones y la propia edición de su esposo), pero tampoco a Vera sin Vladimir. Zgustova nos adentra en la vida y obra de la pareja, llevándonos así, cronológicamente, a una vida en la que la literatura y la «confianza mutua» (por decirlo de algún modo), lo llevarían todo.
Pese a que se nos presenta este libro como una narrativa centrada en Vera Nabovov, esto no es totalmente cierto, pues conocemos más bien los entresijos de lo que fue la vida en pareja de este matrimonio tan singular. Vera consideraba el éxito de su marido como el suyo propio, lo que hace destacar en ella una terrible falta de su propio yo y su propio ser. Esto nos hace verla como si fuera ella misma la que se hace relegada a ser una persona dependiente de lo que imperamente su marido llevaría consigo, pero Vera también era muy inteligente y ella sabría ver qué pasos dar y cuando parar. De hecho, Vladimir tendría diversos affaires de los que Vera tendría una profunda celosía, bastante bien fundados; pero fue como si pasara nada, pues ella estaría siempre ahí con él. Vivirían juntos hasta la muerte de Vladimir y juntos tendrían un hijo llamado Dimitri. Vladimir solo podía y quería escribir, algo de lo que Vera tuvo en gran parte la culpa. Ella hacía que él se enfrentase al papel en blanco como si ese fuera su sino y su deber. Zgustova escribe de esta manera: «Le propuso realizar la obra de su vida a través de la creación de alguien al que ayudaría hasta fundirse con él y convertirse en parte de su creación». Y es que la pasión obsesiva de Vera por su esposo era bastante fuerte y estaba bastante enraizada. De este modo, no es imposible ver ambos separados. Uno y otro pareciera que se complementan y que forman un solo ser.
Cambiando de tema y centrándonos en la narrativa de Monika Zgustova, esta es bella, elocuente y ligera como una pluma y nos hace entrar en la vida de este matrimonio de una manera sencilla y muy profunda a la vez. La autora nos muestra a una mujer muy, extremadamente, humana, que nos preguntarnos por el papel que tienen las mujeres de hombres escritores en la vida de estos últimos; como es el caso que aquí se ve presentado. Es inetivable pensar en cómo la mujer ha ido afianzando su figura con el paso de los años, pero me pregunto si siendo Vera una mujer tan fuerte y de tal valencia no pudo ver su propia falla que ha resultado siendo algo inevitable para que la obra de Nabokov haya tenido el éxito que podemos apreciar.