Gertrude Stein (1874 – 1946) fue una escritora estadounidense considerada como la pionera de la escritura modernista. Ida, publicada por Alfabia, nos propone una autobiografía ficticia de sus años vividos en América. Así, esta es la historia de Ida, desde que nace hasta su edad adulta. La mente de Ida es incansable y no para, como así lo hace físicamente. Ida vivirá en diversas casas, diversos estados, hoteles y ciudades, siendo este uno de los principales ejes de la historia.
Ida será una mujer en busca de un hogar continuo. A ella le parecerá natural vivir el momento, el carpe diem, sin importar donde vivirá ni que hará mañana. Así vemos a una mujer cuya máxima aspiración será estar, con todo lo que este verbo implica. Cada situación le suscita pensamientos que se van disipando conforme avanza en la vida. Ida no deja de hablarse a sí misma, de contestar a sus preguntas, descubriendo los diversos aspectos que posee de ella misma y su entorno.
La protagonista se casará y estará siempre haciendo cosas, como lo es su vida, ya hemos dicho, siempre cambiando y pasando de casa en casa. Está Ida, la que ama a tres hombres y a cada uno de ellos le dice adiós; y está Ida, la que sueña con tres hombres que cuando se despierta ya nunca más están ahí. Así, vemos a la protagonista de Stein como una mujer perdida por el curso y los eventos de la vida. Una vida llena de paradojas y de profunda psicología que Stein explora en las innumerables expresiones de la protagonista, creando una imagen que ella misma encuentra sofocante y también liberadora.
Ida es un libro extraño, que se puede considerar cercano al cubismo, movimiento pictórico a partir del cual Stein quería hacer literatura. La intertextualidad se halla presente en todo el libro y se hace palpable cómo el uso de la palabra repetida nos evoca cosas y sensaciones íntimas y sustanciales sobre los tejemanejes de la vida de la mujer, esta vez estadounidense y de una época concreta. Cada párrafo de la novela muestra un conjunto de hechos que hace adelantar siempre lo que puede o debería pasar. El ritmo de cada frase es lúdico e inseparable de los pensamientos. De hecho, una simple frase de esta novela de Gertrude Stein puede llegar a revelar profundas verdades de la conducta humana y de la posición de cada individuo.
La prosa de Stein es bella, dinámica y dialéctica, así como calmada e hipnótica. Es una prosa, casi poética, que se repetirá continuamente y en la que hallaremos una rima hermosa, en la que Stein nos adentra en su poética; una poética particular que podríamos considerar, como bien dice en la solapa del libro, una reconstrucción feminista del lenguaje patriarcal. De este modo, estamos ante una novela digna de ser estudiada, por su relevancia ante el uso de la palabra que tiene Stein. Una obra que nos incita a querer saber más de su protagonista e incluso de la autora, ya que la expresión que se ve en el libro es totalmente liberadora y nueva, dentro del tiempo y el contexto en el que fue escrita.
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