Bajo el amparo editorial de Seix Barral, se publica este Sólo ida, la poesía completa de Erri De Luca. Y, como bien dice Fernando Valverde, para el poeta, la belleza es una fuerza presente en la creación, que nace a conciencia, como contrapeso a la destrucción. Y así es. Es inevitable pensar en cómo la esperanza se ve reflejada a lo largo de todo el libro y cómo este se convierte en salvavidas para De Luca. Pero no lo neguemos, no sólo para él, sino también para nosotros. Es primordial dar a la poesía todo el poder exhumador que tiene a la hora de arrancarnos nuestros sentimientos y pensamientos más hondos.
La poesía de Erri De Luca nace de la realidad, de los hechos del mundo y de los hechos que le suceden. Para él todo acto es digno de inspiración y es a través de este libro que podemos verlo de una manera clara y casi abyecta. De Luca no se detiene a la hora de escribir poesía, todo fluye y nada se para cuando lo leemos. Sólo ida busca lo mejor de la vida; es un libro, como ya hemos mencionado, esperanzador, que nos transporta a la mirada de un autor que sabe ver e ir más allá de lo que la propia realidad nos ofrece, aunque esta sea la principal protagonista. Para De Luca la poesía ha de leerse en dos lenguas, en su lengua de origen y en la traducida, ya que sólo así es posible conocerla y habitarla. De ahí pues, la edición bilingüe, traducida por Fernando Valverde, en sí misma todo un compendio de conocimiento y saber a través de la palabra poética.
En los versos de De Luca hay simbología, sí, así como también podemos hallar toda una remembranza del pasado y las cosas que el propio autor ha vivido. De Luca habla de la geografía, habla de la religión, la vida y lo que, imposiblemente, no podemos evitar: el sufrimiento. Hay un sufrir a lo largo de todo el libro que nos hace sentir algo incómodos e inquietos, que nos hace preguntarnos dónde está el hombre y hacia dónde se dirige. A lo largo de todos los poemas se refleja una moral que dibuja al autor como a un ser humano ético y consecuente con la palabra y la poesía. Este valor del que nos habla llega a nosotros de manera nítida, invitándonos a pensar sobre nuestros actos. Haciéndonos enmudecer pero también preguntándonos, otra vez, por qué hacemos lo que hacemos.
El autor no habla sólo de sí mismo, habla también de nosotros y no sólo para nosotros. Habla de países y maneras de emigrar, de salir de nosotros mismos para encontrar algo que nos haga decir: así quiero que sea mi vida; como él: así quiero salir de ella. La esperanza por un mundo mejor se halla presente en todo el libro, ya sea de manera directa o indirecta.
Resulta innegable señalar que De Luca sabe de lo que habla y sus palabras se vuelven necesarias para toparnos con esa realidad que a veces no queremos ver. De este modo, estamos ante un libro que recoge la esencia viva del ser humano en prácticamente todos sus aspectos. Un libro que recoge toda la poesía que ha escrito a lo largo de toda su trayectoria vital. En definitiva, un poemario vital para conocer ya no sólo a De Luca, sino también al hombre.
El ruido de tres cosas
va por el mundo sobre océanos, nieves,
tierras baldías y arrozales:
y ninguna membrana de oído
lo captura, el ruido de tres cosas.
El ruido del sol desplazándose por el cielo,
el ruido de la lluvia
cuando el viento la separa de las nubes
y el ruido de alma
cuando un cuerpo la escupe.
[…]
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