Faustino Sánchez estuvo en San Sebastián, y con él Détour. Desde allí, día a día, enviaba sus tuits describiendo el ritmo del Festival. Los hemos reunido todos aquí, a la espera de esa nueva crónica sentimental y emocional que construirá a partir de la experiencia aquellos días de cine. Próximamente.

El muerto y ser feliz

22 de septiembre

Llegamos a San Sebastián y empezamos con Argo, ligera decepción para una idea que prometía: desmitificar el caballo de Troya de Hollywood. Acaba autojustificándose y siendo un poco tramposa, además de lo que dice Roger Koza de su suspense. Podría haber sido una joya.

Après mai

23 de septiembre

Assayas, pintor de iconos, Andrei Rublev de nuestro tiempo, nos cautiva con Après mai, su película más garreliana. ¿Podrá alguien descubrir qué tienen los fundidos de Assayas para cautivar de esa manera? También los revolucionarios eran seres humanos…

La primera mitad de Penance, de Kiyoshi Kurosawa, también deja un muy buen sabor de boca. Esperaremos a mañana, pero está todo su cine: transgresiones de géneros y códigos, tragedia convertida en fantasía, surrealismo y delirio, y poderío visual, lleno de fuerza y de ideas.

Hemos cerrado un gran día con Joven y alocada, muy disfrutada por la mayoría del público, pero para otros demasiado pop y artificiosa.

Penance

24 de septiembre

El muerto y ser feliz. Javier Rebollo, tras los pasos de Llinás, cuestiona la mirada del espectador con ironía apocalíptica. Incomprensión general.

François Ozon provoca una oleada a favor con su banalización de Teorema de Pasolini en Dans la maison. Pretende ser juego y es complaciente y frugal.

A Penance finalmente le pesa su estructura televisiva, pero Kurosawa dibuja imágenes memorables, haciendo perdurar lo fabuloso y lo grotesco.

Acabamos con El artista y la modelo, extremadamente académica, pero también agradable e inofensiva. Resulta necesario olvidar La bella mentirosa.

Foxfire

25 de septiembre

Laurent Cantet sorprende con su cambio de registro sin perder su personalidad (hablando de la sociedad) en Foxfire. Capta a la perfección el universo lírico, violento y autobiográfico, siempre evocado, de Joyce Carol Oates.

De Reygadas salimos con una sensación: mareo. ¿Cómo habrá asimilado el mexicano el cine de Apichatpong?

La película de Sergio Castellito, Volver a nacer, se lleva los mayores abucheos del festival…, y no es para menos. ¿Rivette no es buen maestro?

Acabamos el día con una interesante película, Shell. Represión sexual, aislamiento y frialdad en Escocia. Con sobriedad y cierto estilo.

26 de septiembre

Hoy hemos empezado con El atentado, con una estructura artificiosa y forzada, heredada del best seller en que se basa. Con un fondo muy básico.

En César debe morir, los Taviani se acercan a hacer con Shakespeare lo que Malle hizo con Chéjov, pero en una cárcel. Solvente y eficaz.

No ha convencido Los muertos y los vivos, de Barbara Albert, por sus hechuras de telefilm salpicado de videoclips. Ah, trata de pasados traumáticos relacionados con el nazismo. ¿Adivináis la nacionalidad? Eso es, austriaca.

All apologies, de Emily Tang, es un melodrama estimable y pequeñito, contenido a pesar de su excesiva trama y con apreciable fuerza visual.

The love song of Tiedan es una comedia con toques musicales algo disparatada, siguiendo cierta corriente oriental. Prometía y luego se viene abajo.

Ghobadi se deja de coartadas y elige la historia de un poeta para mostrar sus imágenes líricas. El problema: su exhibicionismo y amaneramiento. La poesía que necesita subrayarse a cada momento difícilmente puede considerarse poesía, a pesar de la fuerza de algunas imágenes.

Carne de perro, de Guzzoni, es arriesgada, pero tiene un problema parecido, el excesivo énfasis en los traumas del protagonista.

Parviz es una “comedia” negra con cierta gracia y sin prejuicios, con un personaje que parece hijo del Ignatius Reilly de J.K.Toole.

No

27 de septiembre

El tremendismo hollywoodiense de Bayona provoca desmayos en el Kursaal en el pase matutino de Lo imposible. La película puede impresionar en su arranque, pero es un despliegue de todos los recursos del cine catastrofista y lacrimógeno.

No, vista anoche, es una buena sátira de la política y los mecanismos publicitarios que puede recordar a Giants and toys o Uno, dos, tres reposada.

Ovación total a Le capital, en su ataque frontal a la banca y el mundo de la especulación. Costa Gavras siempre sabe dónde hay que estar. Su forma puede no ser la más ortodoxa, pero a veces hay que entrar en el juego. La sátira recuerda a Arcadia y es buena, a pesar de la caricatura.

Antes vimos Días de pesca, tan mínima que casi desaparece. Lástima que no aproveche la ocasión para indagar sin prejuicios en esos mínimos.

Y también Summer Outside, metafórica disección de Alemania a través de una familia de clase media cargada de traumas, miedos y represión.

La demora

28 de septiembre

Completamos la jornada con ¡Atraco!, comedia policíaca de época con demasiado olor a naftalina… Y con la sorpresa del festival: la espléndida La sirga, de W.Vega, suerte de cuento gótico en la Colombia profunda, con poderosa forma simbólica.

El hipnotista entra en la moda de la novela negra nórdica y sus clichés, pero se estrella al forzar personajes y situaciones. Lejos de Mankell.

Loach hace una comedia social demasiado amable y demasiado fácil en The Angels’ Share. Fábula hecha con el piloto automático.

Estupenda La demora, de Rodrigo Pla. Pequeña historia (otra fábula) de estructura clásica, forma moderna y contención emocional.

Bertolucci hace en Io e te una bonita película sobre el miedo a lo desconocido y el vértigo de crecer desde una mirada adolescente. La película es más reconcentrada y modesta, para bien, y con menos prejuicios que Soñadores. Los dos personajes arquetipo encajan como un guante.

29 de septiembre

El cuarteto, de Dustin Hoffman, es una comedia british que nos ha parecido acartonada y con poca gracia para la recta final del festival. Necesitábamos una película centrada en el gesto, en miradas esquinadas, en susurros bajo los párpados, impotencia emocional y deseo de sentir. Afortunadamente, hemos podido compensar algunas cosas de la sección oficial con pequeñas grandes películas de otras secciones.

Terminamos en San Sebastián con The bay, que lleva una trama de Hitchcock o del Cronenberg primerizo a la posmodernidad digital multiformato. Aunque ahora los pájaros de la bahía de Hitchcock se han transformado en parásitos algo más asquerosos…


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