Final, de Javier García Herrero | por Francisca Pageo
«Cada lector tiene un modo de crearse un camino a través de los libros y de avanzar por él.» ––Juan Camós
Hace justo 6 años que conocí a Javier. Por aquel entonces, junto a Blanca Galindo, yo había obtenido una beca de la Consejería de Murcia para Distrito Artístico, un proyecto en el que diversos artistas y diseñadores, durante tres meses, estaríamos abiertos al público a pie de calle y en el que este podría colaborar y participar con los diversos proyectos que cada artista proponía. Javier tenía su estudio a sólo 20 metros del local que nos cederían a Blanca y a mí, en pleno centro de Murcia, y fueron algunas veces las que compartimos visitas. Desde entonces he estado siguiendo su trabajo, que nunca cesa de crecer y de colaborar con otras personas, como con su participación en el fanzine Fare Ala o su proyecto con la niña Helena Martínez, Los Autores Imaginarios, que podéis visitar aquí.
Javier tiene una manera de percibir y transmitir muy íntima y sincera, y aún así ella tiene un componente social y cultural que se ve presente en cada proyecto en el que se involucra. Con esto nos involucramos en uno de sus últimos proyectos, Final Magazine, un ensayo experimental a partir del triángulo temático lenguaje-tiempo-espacio. Este es un proyecto de investigación y redifusión de contenidos a través de libros, discos, películas, programas de radio y otras revistas. Final Magazine está compuesto por tres volúmenes que se pueden ver online en su propia web, aunque algunos números están a la venta y también es posible obtenerlos a través de él (¡ojo! hay muy pocos ejemplares). Además, como complemento extra, Javier creó un programa de radio en colaboración con Carlos Roiz en El Estado Mental, como una versión extendida de la revista, el cual podemos escuchar en la misma página web de EEM.
En la revista, y hablamos del volumen 3, que es el que tengo en mis manos, Javier expone a autores de lo más diversos, como Roberto Bolaño, Susan Sontag, Daniel Johnston, James Joyce, Stephane Mallarmé, Kafka, Tàpies, Vila-Matas, Nanni Moretti, entre muchos otros. Él revisa a los autores, a los escritores, a los músicos, a los cineastas, e incluso a locutores de radio de una manera personal y comprometida. Final está a medio camino entre el diario personal, el libro de artista o el cuaderno de apuntes y esbozos y fragmentos de citados autores. Vemos las reflexiones de Javier y los diversos protagonistas que aquí se nombran. Las anotaciones e ilustraciones del autor son directas y persuasivas, nos llevan directamente a su mundo, su manera de percibirlo y su manera de sentirlo. Los esquemas propuestos nos ponen en contacto con la mente de los autores; cabe destacar el especial hincapié que hace sobre Bolaño o Susan Sontag, por ejemplo, y la multitud de referencias citadas nos llevan a ver en Javier como a un artista casi mitómano. Sus ilustraciones y pinturas tienen ecos a ese maravilloso libro llamado Las ciudades invisibles que escribiría Italo Calvino. Su diario nos permite ver su visión, su mirada ante el mundo. Si bien Vivian Maier reflejaba la ciudad de Nueva York a través de su cámara, Javier lo hace con la pintura, la ilustración y la palabra escrita. Todo en la revista son vasos comunicantes, lo que hay en una página interfiere con lo otro, y lo que hay al principio tiene estrecha relación con el final. Todo en la revista se retroalimenta y nos produce cierta ansia por querer leer también lo que Javier lee, escucha o ve. Es hermoso cuando un artista nos incita a descubrir no sólo su mundo y sus particularidades, sino también el de otros.
¿Os habéis quedado con ganas de descubrir su mirada? Podéis hacerlo a través de su página web. Podéis encontrar los tres volúmenes de Final en formato digital.
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