Opus Gelber. Retrato de un pianista, de Leila Guerriero (Anagrama) | por Francisca Pageo
Leila Guerriero es periodista, pero eso no le impide embarcarse en la literatura misma. Digamos que Leila utiliza la literatura como un medio para hacer periodismo, y al contrario. En este libro, Opus Gelber, nos encontramos ante una entrevista narrada en primera persona sobre el pianista Bruno Gelber, uno de los artistas argentinos más reputados del S.XX
De principio a fin, esta entrevista encuentra su arraigo en cada encuentro que Leila tendrá con Bruno. En esos encuentros en la casa de este, con una taza de té en mano y algo de pudin o dulce, Guerriero recogerá desde su infancia hasta las anécdotas que Bruno quiere contar y siempre termina contando. ¿Elegimos lo que queremos contar? ¿Elegimos esas cosas que contamos porque en el fondo no tenemos nada más? Pienso que Bruno cuenta lo que cuenta porque es lo que más ha determinado su vida, lo que la ha hecho significativa y lo que a fin de cuentas le ha marcado los rumbos y las direcciones a tomar.
Hay una gran dedicación a la descripción en este libro, lo que lo hace que tenga un aire casi cinematográfico. Y es que su autora escribe de coronilla a pies puntillas todo lo que experimenta, desde sus impresiones con Bruno hasta sus palabras y las diversas cosas que el pianista hace y deja de hacer. Casi, más que una entrevista, estamos ante una biografía. Guerriero marca sus pautas, marca las pausas y los detalles que se marcan a sí mismos como silencios; los rellena con sus propias impresiones, sus pensamientos y sentimientos. La vida de Bruno y todo lo que cuenta nos hace pensar y nos lleva a su mundo, un mundo marcado por la música que Bruno ya vivía desde muy pequeño; y por la polio, enfermedad que el propio pianista tendría de pequeño y que le marcaría de por vida.
Me niego a contar aquí la vida de Bruno, quizás porque quiero que sea el propio libro el que nos haga leerla. Desconocía la vida del pianista y en Opus Gelber he conocido justo lo que debía de saber para acercarme a este artista tan carismático y tan lleno de perfecciones así como de imperfecciones. Él nos las cuenta, las dos; o, espera, es a Leila Guerriero a quien se las cuenta. y nosotros asistimos como quien no quiere la cosa a esos encuentros que la escritora nos quiere mostrar, narrados aquí de forma virtuosa y honesta. Estamos ante una entrevista que es todo un baile entre la vida y sus experiencias, entre la música y los encuentros (oportunos e inoportunos) de Bruno con los demás.
Conozcamos o no conozcamos a Bruno Gelber, os animo a leer este libro lleno de paradojas y de vida en su más alto grado. Creo que se convertirá en toda una biografía de su vida y profesión e iremos a ella como un legado más de la vida que nos ha dejado Gelber. Daremos las gracias a Leila Guerriero, entonces, por hacer esta entrevista tan virtuosa, realista y humilde, como debe ser.