Cuando floreció la risa, de Gioconda Belli (Libros del Zorro Rojo) | por Francisca Pageo
Gioconda Belli, poeta, novelista y activista nicaragüense, destaca por una obra literaria que se caracteriza por su compromiso político y por ahondar en el universo femenino, reivindicando el papel de las mujeres en la sociedad y en la construcción de la cultura. Gracias a Libros del Zorro Rojo podemos disfrutar de Cuando floreció la risa, un pequeño cuento, una pequeña leyenda para los más pequeños, transcurrida en la selva, en la que nos muestra y enseña el nacimiento de la risa.
Será pues, a través de Enea y Alia, el primer hombre y la primera mujer, aquí los protagonistas de esta historia, que hallaremos una nueva forma de emocionarse, una nueva manera de expresión que creará esas onomatopeyas tan ricas en sentimiento, que se transformarán en risa. Así, Gioconda Belli nos muestra de una forma acogedora y sencilla lo que es y será la risa para estos pequeños pero grandes seres. Estamos ante una historia sobre el descubrimiento, sobre la generosidad y sobre la naturaleza. El tacto en este relato es el medio por el que todo se transforma, ya sean las manos de Enea sobre Alia, de Alia sobre Enea o las flores y hojas de árbol caídas sobre ellos. Todo lo que envuelve a este sentido, el sentido del tacto, se torna ligero, todo es alegría y color.
Las ilustraciones, bellas y llenas de color, nos transportan a la selva, a la naturaleza dulce y pura que se puede encontrar en las leyendas y el folklore popular. Alicia Baladan hace uso de su maestría artística y nos enseña y muestra las aventuras de Enea y Alia de una manera mágica y onírica. Gioconda Belli sabe sacar el jugo de la risa de una manera naïf y embellecedora, haciéndonos partícipes de las aventuras de los protagonistas, haciendo que, aunque no lleguemos a reír –la risa es algo muy íntimo que no a todos nos sale por igual–, sonriamos. Y lo consigue, es así.
Estamos, sin duda, ante una historia para el público infantil que los niños amarán y que los adultos podremos apreciar de manera íntima. Leer este cuento es como ir detrás del vuelo de una gaviota, es ver como las alas de la imaginación se abren todo lo posible para que podamos apreciar todo el aire y espacio que dejamos tras de sí. Este aire y espacio nos permitirán sacar nuestras emociones y sentimientos de nuestro interior, nos permitirán ya no sólo reír, sino también llorar o sonreír.
Este cuento es una manera de acercar las leyendas a los niños, de mostrarles las diferentes emociones ricas en alegría y placer que la risa nos provoca. Es para que lo leamos como niños, para descubrir esas cosquillas que tenemos escondidas y que este libro, convertido en una pluma de todos los colores posibles, se adentra en nuestro interior para excitarnos y sobresaltarnos.
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