Los mejores aliados de la corrupción son el olvido y el agotamiento. El tiempo pasa, los delitos amplían su radio de impacto y los criminales quedan impunes. Lo comprobamos cada día, cada vez que acudimos a la hemeroteca para intentar demostrarnos que todo esto no sucedía antes, cuando una nueva fechoría amenaza con rebasar nuestro umbral de tolerancia. Cuando sentimos la frustración de no saber cómo revolvernos contra ciertos poderes, cuando nos obligamos a creer que, en efecto, la corrupción es inherente al ser humano. Crímenes apropiados comparte, desde su estructura de relato policial negro, esa sensación de derrota que invade a un país cuando se olvida de su memoria histórica. En ese momento en el que el vencedor, el grupo de comunicación más poderoso, se siente con la suficiente legitimidad como para vender una versión alternativa de la Historia. En ese momento en el que, por vergüenza o por arrepentimiento, brota un último esfuerzo por sacar a la luz la verdad oculta entre el dolor y el silencio de los años perdidos.
El pasado mayo, el escritor argentino Fabio Nahuel Lezcano, autor de Crímenes apropiados, visitó Valencia con motivo de la presentación en sociedad de su libro en una jornada dedicada a la literatura negra y los derechos humanos. Fruto de ese encuentro tuvimos ocasión de charlar con él a propósito de su novela, de la escritura de género, la memoria histórica, la situación de Argentina y la conciencia del pasado.
Número seis
Las penúltimas cosas
Fotografías: Francisca Pageo