número tres | nuestro tiempo: alrededor de la cinefilia | ilustraciones: rubén león
Desde el primer número de Détour, hemos emprendido una investigación a propósito de la cinefilia, de los restos de esa vieja cinefilia al afloramiento de otra desde las diferentes plataformas de Internet. A través de esos textos queríamos cumplir un doble objetivo: rastrear las huellas de nuestra identidad, averiguar quiénes somos y qué podemos contribuir con nuestra revista, y ponerlo en común con otras publicaciones, lectores, escritores o creadores. En un punto de este camino se hizo necesario abordar una de esas cuestiones delicadas que, al menos en España, no parecemos decididos a resolver: ¿existe un diálogo entre generaciones?, ¿nos llevamos bien los críticos, procedamos de donde procedamos?, ¿hay un feedback real entre la crítica y los estudios universitarios? En suma, cuestiones que podrían desembocar en una más elocuente: ¿qué papel desempeñamos las publicaciones, digitales e impresas, en la actualidad?
Además de ser una figura de referencia en el estudio del cine, David Bordwell desempeña una intensa labor divulgadora a través del blog que comparte con Kristin Thompson, repleto de detallados análisis que oscilan entre el blockbuster o cualquier muestra significativa de otros cines. Hace unos meses Bordwell publicó un texto en el que discutía, precisamente, el escaso feedback existente entre académicos y cinéfilos, investigadores y críticos que, en ocasiones, parecen no reconocer que unos y otros pueden enriquecer sus trabajos, contribuyendo a descifrar las claves del cine. Ante su análisis claro y directo, hemos querido ofrecer, con el permiso de su autor y del editor de Film Comment, una traducción castellana del texto, con la intención de que su lectura (re)active un diálogo huérfano de voces que vale la pena emprender. ¿Pueden llevarse bien académicos y críticos?, ¿qué podemos hacer por la escritura cinematográfica?