número dos | nuestro tiempo | imágenes: juan jiménez garcía
Resulta difícil abstraer lo político de cualquier manifestación personal y/o artística, pues de alguna manera forman parte de un tejido social y cultural cuyo eco expresan por otros medios. El cine americano ha vivido, desde el mainstream y su periferia, una serie de etapas en las que, contaminado o participado del sentimiento de cambio o parálisis, ha dado cuenta de las inquietudes sociopolíticos de sus diferentes gobiernos. En el primer número de Détour desmenuzamos los entresijos del efecto Obama, su vindicación cinematográfica y el balance, tanto artístico como moral, de resultados. En este segundo número, repasamos la torva andadura de la administración Bush y las producciones cinematográficas de esa etapa.
En Beavis and Butthead do Irak, Álvaro Bretal nos sumerge en un pormenorizado análisis de las películas más significativas, política y cinematográficamente, que han calado o se han asimilado al discurso de ese momento. Desde la ambigua radiografía del sujeto en relación a la intervención militar en Irak hasta la recomposición moral, social y humana que desencadena su regreso; desde la ausencia de voz que otorgan al enemigo hasta la manera de perfilar sus interacciones con ese otro, pueblo, voz y comunidad, al que nunca acaban de ubicar y definir, ni tan siquiera conocer y comprender. En suma, un repaso a las razones cinematográficas que hilan el discurso político, y viceversa, a través de las películas que aportaron tridimensionalidad a ese momento histórico.