La maldición de la literatura, de Liliana Díaz Mindurry (Huso) | por Francisca Pageo
Liliana Díaz Mindurry es argentina, escritora y poeta, y en este libro nos muestra la oscuridad de la literatura, haciendo hincapié en cómo el lenguaje siempre posee un poder subyacente tras las palabras. Maldición, según la acepción de la Wikipedia, es la expresión de un deseo maligno dirigido contra una o varias personas que, en virtud del poder mágico del lenguaje, logra que ese deseo se cumpla. Para Díaz Mindurry, este mal-decir se halla presente en la literatura de manera muy clara y precisa, haciendo que diferentes libros sean esclavos de un poder que el escritor aporta de manera fiel al lector.
La filosofía aquí mostrada acerca de las diferentes precisiones del lenguaje es completa y halla una manera personal y única de la que Díaz Mindurry concibe en la literatura. Los autores nombrados no serán pocos, prácticamente nos encontramos con un libro sobre libros y escritores, de la talla de Kafka, Camus, Pizarnik, Ricoeur, Hölderlin, Kant, Cortázar, Bataille y muchos más.
Díaz Mindurry ahonda en el caos y en el mal-decir de lenguaje. Para ella la literatura es violenta y siempre guarda un silencio tras de sí. Un silencio que podemos apreciar cuando leemos y también cuando escribimos. «Cada palabra remite a mil palabras, que remiten a mil palabras y ninguna dice más que lo vacío. El otro es otra palabra, más ambigua que ninguna, y como receptor, toma un mensaje oscuro y lo descifra en clave oscura.»
La autora hace una investigación exhaustiva del mal-decir en la literatura. Lo detalla y hace añicos y es capaz de hacernos sentir aprendices ante todo lo que nos expone. El fondo filosófico de la palabra que se halla presente en todo el libro nos deslumbra y nos invita a pensar. Para Díaz Mindurry el logos tiene un lado oscuro, y este lado oscuro se halla presente así también en la poesía. El libro, de este modo, y con todas las referencias que presenta, es una poderosa fuente bibliográfica que nos sirve para aprender y deleitarnos con la oscuridad de la palabra. Dice la autora que en la literatura todo es inquietud: simular un orden para mostrar el Caos y que este vuelva a ordenar otro mundo donde el agujero vuelva a saltar; de este modo, cualquier libro, ya sea una novela, un relato, poesía o ensayo (incluso este propio ensayo ante el que estamos), pueden llevarnos al infinito de la(s) palabra(s).
Díaz Mindurry ha leído e investigado a conciencia, lo que le otorga una virtud propia y definible de cómo ella también asume la literatura como una fuente de conocimiento infinito que ha perdurado, perdura y perdurará mientras la palabra exista. La literatura, pese a ser intangible, es real desde el momento en que la escribimos y la leemos. La autora sintetiza las acepciones de diferentes autores haciéndolas suyas, creando un nuevo significado por, de y para la literatura. La pasión desmedida con la que escribe es deslumbrante y poderosa. Nos lleva por todos los caminos que la palabra tiene y ella se nos muestra desnuda y a la vez vestida y llena de complementos que la describen y la inspiran de manera contundente. La literatura, como ya sabemos, habla de todo pero para la autora es innegable que también habla de la nada, pues las palabras no son más que palabras, letras que se juntan y dan significados, nada más.
El lenguaje literario, a pesar de la conciencia con lo que lo escribimos, tiene su nacimiento en el inconsciente y la psicología profunda (Díaz Mindurry hace uso de diferentes psicólogos para mostrarnos esto) que se halla en el mal-decir, lo eleva y lo cosifica, lo hace “otro”, otro ser al que deseamos y está ahí, delante nuestro. El libro habla de la verdad subyacente a todo lo que yace bajo la palabra: el eros, el malentendido, la complejidad del logos, la sombra y la luz que todo lo ilumina. La autora usa la literatura para hallar la multitud de significados que la palabra tiene y así mismo completa todo el círculo ourobórico que esta tiene en sí misma. De este modo, estamos ante un libro completo sobre ella, la literatura, que nos mostrará las diferentes acepciones y el mal-decir que la palabra tiene ante nosotros.
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