Podríamos haber puesto una imagen de Los sueños de Akira Kurosawa, como pondrán tantos otros, un fragmento de sus diarios, hablando de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, o del terremoto de Kanto… Podríamos. Pero al final, esta imagen del Zatoichi de Takeshi Kitano, con esos pobres campesinos bailando alegremente, nos parecía no sólo una imagen, sino una imagen justa…
Pensar en Japón, al menos durante unos minutos, de otro modo…