“Cuando mucho después fui invitado por Disney para mostrar mis cortos en una especie de retrospectiva para su personal creativo, me sentí un tanto avergonzado por mostrar mis películas un tanto torpes a esos grandes artistas, pero me quedé sorprendido cuando tras la proyección se acercaron y me dijeron: Bien, es usted un hombre afortunado, sus películas son buenas, pero pudo hacer lo quiso, en completa libertad, algo que nosotros no pudimos y por lo que a veces nos sentimos frustrados”