Hace un año, por estas mismas fechas, terminábamos nuestro tercer número satisfechos por el trabajo realizado durante nueve intensos meses. Tras aquel número, nos planteamos que la cuarta entrega de Détour recuperase una imagen más evocadora. Fruto de ese deseo surgió lo efímero, uno de esos temas que nos perseguían desde que iniciamos la revista y que quisimos capturar entre nuestras páginas. En paralelo, el número cuatro nos ha servido también para consolidar dos ámbitos que siempre quisimos que formasen parte de nuestra publicación: la fotografía y la literatura. Semana a semana, con el estímulo de los libros, fotógrafos, realizadores, estilos, películas y, sobre todo, colaboradores, hemos dado forma a este número que nació bajo la imagen de lo efímero, de lo breve y, sin embargo, duradero. Ahora que llega julio, después de echar un vistazo a nuestro índice, cerramos este cuarto capítulo para comenzar a trabajar en el siguiente. En él seguirán la literatura, la fotografía y el arte, así como nuestro compromiso de recorrer el lado más emocional de la escritura cinematográfica.
Terminamos agradeciendo la confianza de todos aquellos que nos leéis, de las personas que han escrito en este número y de aquellas que no han podido colaborar, con cuyo apoyo siempre contamos. Détour continúa en nuestro blog, mientras preparamos el número cinco, que saldrá el próximo otoño. Nos encontramos.