Radicales libres. Esa sería una explicación posible a quien desee saber qué se esconde tras las faldas del mumblecore. Amargos, cándidos, tiernos, crueles, en continuo movimiento o estancados en el paisaje suburbial que recoge sus microscópicas existencias. Sin embargo, cada descripción olvidaría en qué consiste realmente este subgénero cinematográfico que balbucea sus historias: la convicción con que arropa a los personajes que retrata. Probablemente, Linas Phillips y Frank V. Ross sean, de entre los diversos cineastas que pueblan su geografía, los verdaderos radicales libres de este mumblecore. Viajeros, itinerantes, autodidactas o pluriempleados, capaces de recorrer a pie una distancia abismal para conocer a Werner Herzog o compatibilizar la labor de director con la de camarero. Rodajes de guerrilla que redimensionan el sentido del concepto.
Alberto Sedano escribe en En los márgenes del mumblecore sobre este par de cineastas que hacen de su cámara un lienzo sobre el que plasmar todo aquello que ven y no entienden, que desean, sueñan, viven o vivieron, la insatisfacción crónica… En fin, todas las pequeñas cosas que componen nuestra realidad y que solo conseguimos palpar cuando concentramos nuestra atención en ellas. Los retratos fugaces, también hermosos, de todas esas emociones que se deslizan en los márgenes. Un acto de amor del cine joven hacia su generación y su tiempo.
Número cuatro
Pa(i)sajes: One American Movie
Ilustraciones: Juan Jiménez García