En Détour siempre hemos creído que el cine y, por extensión, la cultura, son dos herramientas fundamentales para compartir una manera de ver el mundo y entablar un diálogo sobre cada uno de sus pequeños detalles. Fruto de ese compromiso, hemos emprendido un nuevo proyecto junto a los cómplices de Cineuá y Transit. Tan lejos, tan cerca es un ciclo coordinado, en colaboración con Filmin, en el que mensualmente planteamos una serie de dobles sesiones de películas en las que se establece un diálogo cinematográfico entre pasado y presente.
Este mes volvemos la vista sobre el paso del tiempo, lo que alguna vez fue y lo que queda, un territorio en el que Dos en la carretera de Stanley Donen y Copia Certificada de Abbas Kiarostami se engarzan como dos planos de una misma realidad. Esa que Covadonga G. Lahera nos muestra en su ensayo ¿Todas las parejas del mundo? Amor. Tiempo. Esta es la cuarta parada de nuestro proyecto, que anteriormente ha visto cómo se entretejían las historias de amor, robos y libertad creativa de Bande à part y The Pleasure of being robbed en (No) robarás, ha creado un extraño vínculo de sangre que Cristina Álvarez traza entre el oeste y los pozos de extracción de petróleo, entre Río Rojo, de Howard Hawks, y Pozos de ambición, de Paul Thomas Anderson, y, de la mano de Sergi Fabregat, la magia a dos velocidades, las del Albert Serra de El cant dels ocells y el Carl Theodor Dreyer de Vampyr, dos filmes que nos enseñan que las cosas pueden ser vistas con otros ojos.