número tres | nuestro tiempo | ilustraciones: paular arantzazu ruiz, diego salgado
Las correspondencias combinan el ámbito público y el privado, la teoría y la opinión íntima, todos ellos ámbitos que cuando ponemos en común suelen generar conflictos en su interacción. Tal vez por eso, un carteo audiovisual entre dos cineastas tan geográfica y estilísticamente alejados como Jaime Rosales y Wang Bing sea una estupenda toma de contacto para medir la atracción cultural entre dos imaginarios tan diferentes: el documentalista brutal, atento hasta la extenuación en cada detalle, conviviendo en el mismo plano que el cineasta estilizado, sensible, cultivador de microcosmos emocionales. Ambos registran, despliegan sus miradas, desde la distancia, como atentos observadores (como un flâneur entre la multitud) de una realidad que se construye ante sus ojos.
En La distancia al filmar. Correspondencia entre Jaime Rosales y Wang Bing, Paula Arantzazu Ruiz y Diego Salgado comparten cartas y reflexiones, que oscilan entre pequeños apuntes sobre nuestro presente, social y político, y la manera en que estos se imbrican en la forma de expresar ese presente desde dos coordenadas como las de Bing y Rosales: desde la ética del filmar, desde la distancia (del que filma y del que contempla), desde su gesto político y desde nuestro presente en construcción.