número dos | pa(i)sajes: el sueño de una forma | imágenes: ferdinand jacquemort
Hay pocos cineastas a los que la etiqueta de inagotable les haga tanta justicia como a Masaaki Yuasa. Porque su estilo multiplica esfuerzos y técnicas de animación hasta conseguir que cada imagen parezca diferente -y nueva, virtuosa, atractiva o alternativa- de la anterior. Y porque, sobre todo, cada una de sus obras confirma que no hay un límite establecido para nuestra imaginación, que siempre se puede ir un paso más allá. Como señala en su extraordinario filme Mind Game (2004) -en el que el constante tour de force audiovisual deviene obra de arte-, se trata de una historia que no tiene fin.
Seguramente, fuerza y energía sean las dos palabras más justas para definir el trabajo de animación de Yuasa, así como para entender la estela que dejan sus imágenes a su paso. En el texto que David Flórez ha dedicado a modo de introducción a su obra, Yuasa es la punta de lanza para desarrollar una serie de reflexiones a propósito de la animación, las reglas y cánones narrativos adquiridos y, tal vez, no demasiado discutidos, la voluntad de experimentar por encima de los condicionamientos y modelos establecidos, y, sobre todo, la relación entre el trabajo colectivo y la autoría. En definitiva, una estupenda guía para adentrarse en la naturaleza del cine de Yuasa y perderse en el interior de sus imágenes.
Enhorabuena David. Un texto delicioso, tanto en lo temático como en lo estético, que consigue trasmitir plenamente la significación que para ti tiene un autor hasta ahora completamente desconocido para un servidor. No lo sera por mucho tiempo.
¡Y bienvenida sea tan generosa dosis de sana disidencia con el canon crítico!