La carrera cinematográfica de Godfrey Reggio abarca más de tres décadas en las que, entre sus pocas piezas, su mirada documental nos ha propuesto una trilogía creativa, los qatsi. Reggio, que en su juventud estuvo a punto de ordenarse monje en una congregación de la Iglesia Católica, tiene en ese pasado de novicio uno de los elementos más interesantes de su visión: el sentido de dedicar la mayor parte de su tiempo a la contemplación y la meditación, para así descubrir en lo visible de este mundo las huellas de una realidad superior. Radicalidad ideológica que se expresa en imágenes en las que no se manifiesta una propaganda sino una interesante ambigüedad revestida en su denuncia constante de los procesos de aculturación que impone el mundo moderno. Ese al que es consustancial el conflicto, la lucha, los vencedores y los vencidos, la creación y la destrucción, al cual confía su trabajo y sus herramientas Reggio mientras, al mismo tiempo, recela de sus producciones y sus derivas. La importancia y la fascinación de las sociedades tecnificadas mezcladas con la visión antidogmática del cineasta.
En Naqoyqatsi: contemplando el abismo, David Flórez traza una panorámica sobre el último filme de la trilogía de Reggio, el más contemporáneo de los tres, filmado ya en pleno Siglo XXI, mientras reflexiona sobre la obra de su autor, sus apasionantes implicaciones humanas, morales y cinematográficas y, también, sus contradicciones. Una ruta circular y recurrente, donde sea cual sea el camino, la distancia, el recorrido, se acaba volviendo al punto de partida, al mismo dilema de partida, el mismo problema irresoluble que se encuentra detrás de su trilogía qatsi.
Número cinco
Bande à part
Imágenes: Francisca Pageo