«He sido creado por la naturaleza con inclinaciones muy vivas y pasiones muy fuertes; me hallo en este mundo sólo para entregarme a ellas y satisfacerlas. Como estas peculiaridades de mi ser obedecen a los designios primarios de la naturaleza o, si lo prefieres, son derivaciones esenciales de las intenciones que, en razón de sus leyes, ella proyecta sobre mí, sólo me arrepiento de no haber valorado suficientemente su omnipotencia.»
Marqués de Sade, Elogio de la insurrección