«Como todos los grandes payasos, Totò encarnaba una contestación total, y el descubrimiento más conmovedor y a la vez reconfortante era reconocer inmediatamente en él -dilatados al máximo, ejemplificados con su aspecto de personaje de Alicia en el país de las maravillas- la historia y el carácter de los italianos: nuestra hambre, nuestra miseria, la ignorancia, el qualunquismo pequeñoburgués, la resignación, la desconfianza, la vileza de Pulchinela. Totò materializaba con lunar e hilarante elegancia la eterna dialéctica de la abyección y de su negación.
(…)
El resultado de siglos de hambre, de miseria, de enfermedades, el resultado perfecto de una larguísima sedimentación, una suerte de extraordinaria secreción diamantífera, una esplendida estalactita: esto era Totò.»
Federico Fellini, Hacer una película