número tres | nuestro tiempo: ibaff | fotografía: francisca pageo
Al empezar a desarrollar los contenidos de una sección como Nuestro tiempo, tuvimos claro que bajo un concepto tan heteróclito como este se hacía necesario prestar atención a esa imagen que, en forma de mosaico, recoge cada discurso, gesto o estética que nutre la actualidad de la cultura. Entrevistamos al colectivo cinematográfico Los Hijos para rastrear en su caligrafía y advertir una posible línea para escribir sobre el cine joven (o cómo ve la gente de nuestra generación el cine), gracias a la combinación de curiosidad y descaro que exhiben sus propuestas audiovisuales. En esta ocasión es Isaki Lacuesta quien toma el relevo en busca de esa imagen de nuestro tiempo. ¿Por qué Lacuesta? En primer lugar, porque su discurso, tanto cinematográfico como intelectual, desprende una gran consistencia. A través de filmes, exposiciones, cortos o correspondencias, Lacuesta se ha convertido en uno de los cineastas jóvenes más destacables del panorama. En segundo lugar, porque cada uno de sus trabajos abre una línea de fuga cuyo recorrido es apasionante: vida, arte, creación e intensidad, encuentros con otros cineastas, aventuras y viajes itinerante por diferentes continentes, búsquedas y experiencias comprenden algunos de los valores que encierra la obra de Isaki. Por eso, no podíamos pensar en alguien mejor para hablar de cine, de herencias y legados, de las mutaciones audiovisuales, del aprendizaje y del trabajo, de la importancia de la educación y la cultura o de la necesidad de rodar, de contar todas las historias.
El pasado marzo, dentro de las actividades programadas en el III Festival IBAFF de Murcia, pudimos conversar durante unos minutos con Isaki Lacuesta sobre Naomi Kawase, Joaquín Jordà, la democratización de las pantallas cinematográficas, el valor de posesión de las imágenes o el trabajo fílmico con materiales ajenos, entre otros temas. A continuación podéis ver el resultado en vídeo de aquel encuentro con Francisca Pageo.