Martha Nussbaum: «El asco tiene que ver con los límites del cuerpo: con la perspectiva de que una sustancia problemática sea incorporada a uno mismo. Lo asqueroso se ve como algo ajeno: los productos del propio cuerpo no son vistos como repugnantes en la medida en que están dentro del propio cuerpo, aunque en cuanto lo abandonan se vuelven repulsivos. La noción que constituye el asco es que el yo se envilecerá o se contaminará.»