Meta-futuros. Perspectivas especulativas para el mundo que viene, de Armen Avanessian (Holobionte) Traducción de Federico Fernández Giordano | por Óscar Brox

Armen Avanessian | Meta-futuros. Perspectivas especulativas para el mundo que viene

Este texto se podría titular La actualidad de la Filosofía. O la actualización. Las palabras de Bruno Latour, oportunamente sacadas del texto, plantean la clase de pregunta filosófica que no se puede eludir más. Conviene, sin embargo, empezar por lo obvio: por la importancia del cambio de contexto histórico en lo que concierne a la práctica filosófica (esto ya lo apuntaba Alain Badiou en su colección de textos La filosofía, otra vez). ¿Qué sería de Nietzsche sin el impacto de la obra wagneriana? ¿Qué haría Hegel sin la revolución? ¿Sería igual la obra de Fredric Jameson sin la sociedad del capitalismo tardío? Ahí hay varios ejemplos, no solo de cómo la Filosofía se acomoda a una época, sino también de la disposición a revisar y tener en cuenta las modulaciones de cada cambio. Algo parecido plantea Armen Avanessian cuando trata de dar respuesta a cuestiones que siempre flotan en el ambiente: cómo imaginamos el futuro, qué entendemos por realidad, o si acaso mantenemos, a la luz de tantas trasformaciones, el mismo significado para esos conceptos que son la argamasa de nuestras sociedades.

Avanessian pone el foco sobre una metafísica que está, literalmente, hecha unos zorros. Para ello, nos devuelve a ese momento emancipador, cuando el sujeto ilustrado avistaba el nacimiento de otra época, y lo contrasta con lo que, efectivamente, ha sido ese futuro: la mistificación del data, el fervor religioso y la mera indiferencia escéptica. Crisis de significado. Crisis de autosuficiencia. Hoy hablamos de algoritmos, de nanotecnología, de quarks, glitches, y otras tantas cosas que obligan a replantear y revisar las categorías filosóficas que poseemos, si es que queremos averiguar qué es esta nueva época en la que nos hallamos inmersos y cómo la podemos pensar. Y Avanessian procede de la siguiente manera: desempolva esa vieja metafísica orillada en el hacer filosófico contemporáneo para darle un poco de lustre, mientras en paralelo examina algunos de sus aspectos básicos y los pone en relación con nuestro tiempo (las catástrofes algorítmicas o cibernéticas proponen cuestiones nuevas y muy importantes para la metafísica).

De este modo, el filósofo austriaco pasa revista a conceptos e ideas; habla de sustancia y accidente, de Ley natural, de la pérdida de significados tradicionales, de forma y materia (una compulsión por repetir dualismos metafísicos antiguos, entre ellos el de forma versus contenido o mente versus materia, puede observarse donde sea que el actual estado de la tecnología se haya desarrollado sin un nivel adecuado de reflexión filosófica). Y así hasta tratar sobre la vida y  la muerte en un momento en el que se habla de lo poshumano, lo transhumano e, incluso, lo inhumano. O de las inferencias e interferencias de lo artificial en nuestra vida, algo sin lo cual esta última, probablemente, sería hoy en día inimaginable. Y sin lo cual, dicho sea de paso, nos perderíamos algunas cuestiones nucleares en el trabajo del pensar contemporáneo. Ahí queda, siguiendo a Derrida, la caracterización que lleva a cabo Avanessian del Silicio, una de las piedras angulares de la Revolución, como pharmakon: por un lado, se trata de uno de los requisitos materiales para la revolución digital y su promesa de la liberación humana; por el otro, el medio y la materia prima para potenciales alternativas a la inteligencia humana. Pharmakon: remedio y veneno. Un metal que tiene el potencial de comportarse como una materia viva. La metafísica sale del banquillo a calentar.

Todo esto conduce a una obviedad: tantos cambios, dadas las circunstancias, precipitan la necesidad de reestructurar nuestras ideas sobre lo que somos; tal vez, también, sobre lo que podemos llegar a ser. Y ello implica revisar lo que entendemos por política, por sujeto, por tiempo -qué queda del pasado y cómo podemos pensar el futuro-, por verdad y, en fin, por realidad (no podemos entender qué es real hasta que no entendamos cuál es el significado de “qué”; y no podemos entender el significado de “qué” sin entender primero lo que el “significado” es. Y a su vez, no podemos esperar entender lo que el “significado” es sin entender lo que significa “es”. O sea, que necesitamos una metafísica abierta a la realidad. Especulativa.  

Los textos de Avanessian son breves, certeros y preocupados por tirar del hilo intelectual. Retoman la potencia filosófica perdida entre la indiferencia o las naderías posmodernas e invitan a curiosear, a revisar e invertir algo de esfuerzo en nuevos conceptos metafísicos que puedan responder, o como mínimo reaccionar, a esta nueva época que estamos viviendo. Palabra de Sun Ra: Lo posible ha sido intentado y ha fracasado. Ahora es momento de intentar lo imposible.


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