número dos | pa(i)sajes: las ciudades visibles | imágenes: ferdinand jacquemort

Laberinto de pasiones | Pedro Almodóvar

Resulta difícil imaginar a un cineasta más apegado a la ciudad y sus ritmos internos que aquel Pedro Almodóvar erigido como abanderado de la Movida madrileña. Era el momento de eclosión de una determinada manera de ver las cosas, que daba como fruto una extraña combinación entre la vanguardia contracultural y el encanto urbano que despierta la ciudad en una persona de provincias. Y a medida que su cine sofisticaba la chabacanería inicial madurando su visión, también la ciudad, Madrid, y su tejido nervioso maduraban junto al cineasta que establecía vínculos de pertenencia sobre la urbe. Así hasta alcanzar, invocando a Fassbinder, Sirk, Ray o, finalmente, Lang, en una irregular travesía hacia la barroquización y la abstracción del melodrama, una imagen mental, fantasmagórica y almodovariana de Madrid, haciendo de la ciudad un inmenso decorado para su peculiar poética cinematográfica.

Víctor de la Torre recorre, a través de las páginas de Madrid según Almodóvar: Del naturalismo a la abstracción, el trayecto que ha conducido a Almodóvar de una mirada provincial, inocente y juvenil de la ciudad, sus afectos y posibilidades, hasta la coagulación de una imagen íntima, expresión total de sus obsesiones y gustos.

leer en détour


2 thoughts on “ Madrid según Almodóvar: Del naturalismo a la abstracción, por Víctor de la Torre ”

  1. Un texto muy consistente y bastante justo con la figura de Almodóvar. Las imágenes que ilustran el artículo son, además, muy bellas. De todos modos, tengo la impresión de que a Víctor le sabe un poco mal que Almodóvar ya no se preocupe tanto de retratar Madrid; y sea un autor ensimisnado en su propio universo (lo que, para mí, no es necesariamente malo). Me cabreó, por ejemplo, la imagen de Barcelona en «Vicky Cristina Barcelona», pero no creo que debamos pedir al cine una imagen justa de nuestras ciudades. Un retrato cinematográfico desapegado de la realidad (o turístico) no tiene porque ser explícitamente negativo, ¿no?

    1. Muchas gracias por tu comentario Carles. La verdad es que repasando el texto también me ha quedado la sensación de que cargo bastante con la ensimismación consciente de los últimos trabajos de Almodóvar, cuando tampoco es algo que me irrite especialmente y, en todo caso, considero ante todo una elección del propio autor y, por ello, totalmente respetable. Tal vez, rizando el rizo, si apuntaría una cierta dejadez, la renuncia a conectar las imágenes con una realidad que se conoce previamente y sería deseable reflejar, de algún modo. Pero vaya, soy un gran defensor de títulos como «La mala educación» y «Los abrazos rotos», así que tampoco tengo una opinión muy férrea a este respecto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.