Literaturas

Óscar Brox

Días entre estaciones, de Steve Erickson (Pálido fuego)
La sal, de Jean-Baptiste del Amo (Cabaret Voltaire)
Cutter y Bone, de Newton Thornburg (Sajalín)
Pinocho en Venecia, de Robert Coover (Pálido fuego)
Fatídica, de Jean-Patrick Manchette (Navona)
Volt, de Alan Heathcock (Dirty Works)
Caer, de Éric Chevillard (Sexto piso)
Cosecha, de Jim Crace (Hoja de lata)
Mumbo jumbo, de Ishmael Reed (La Fuga)
Un padre extranjero, de Eduardo Berti (Impedimenta)

Juan Jiménez García

Los destinos del buen soldado Švejk durante la guerra mundial, de Jaroslav Hasek (Acantilado)
Cuentos completos [1894-1903], de Antón Chéjov (Páginas de espuma)
Mi gato Autíčko, de Bohumil Hrabal (Galaxia Gutenberg)
Lección de alemán, de Siegfried Lenz (Impedimenta)
Matar a otro perro, de Marek Hlasko (Malpaso)
Ideas potentes. Atlas de literatura potencial 1, del Oulipo (Pepitas de calabaza)
Zoco Chico, de Mohamed Choukri (Cabaret Voltaire)
Mogens, de Jens Peter Jacobsen (Ardicia)
El elogio de la sombra, de Junichirō Tanizaki (Satori)
El fin del «Homo sovieticus», de Svetlana Alexievich (Acantilado)

Y un libro para niños (?): Diario interestelar, de María Durán Montes (Modernito Books)

Y un cómic (manga): La chica de los cigarrillos, de Masahiko Matsumoto (Gallo Nero)

Francisca Pageo

Hiperion, de Hölderlin (Hiperion)
Ensayos, de Marina Tsvietáieva (Ellago)
Barrio de Maravillas, de Rosa Chacel (Bruguera)
El levante, de Mircea Cãrtãrescu (Impedimenta)
Siguiente vitalidad, de Natalia Litvinova (La Bella Varsovia)
Fresa silvestre, de Elsa Triolet (Alianza)
Dietario voluble, de Enrique Vila-Matas (Anagrama)
Breviario de la aurora, de Rafael Argullol (Acantilado)
Los ojos de Elsa, de Louis Aragon (Visor)
Mayo, Karel H. Macha (Salto de página)

Almudena Muñoz

Las vírgenes suicidas, Jeffrey Eugenides (Anagrama)
Los apuntes de Malte Laurids Brigge, de Rainer Maria Rilke (Alba)
The Tidal Zone, Sarah Moss (Granta Books)
Middlesex, de Jeffrey Eugenides (Anagrama)
La famosa invasión de Sicilia por los osos, de Dino Buzzatti (Gadir)
Ruslán y Liudmila, de Alexander Pushkin (Alba)
1984, de George Orwell (Debolsillo)
Al faro y Orlando, de Virginia Woolf (Alianza)
Los huesos cantores, de Shaun Tan (Bárbara Fiore)

Dara Scully

Matar a un ruiseñor, de Harper Lee (Ediciones B)
El zoo trágico, de Lidia Zinovieva-Annibal (Nevsky)
Lolita secreta, de Anónimo (Melusina)
Mine-Haha, de Frank Wedekind (Alpha Decay)
Las manos pequeñas, de Andrés Barba (Anagrama)
Lo que dijo Harriet, de Beryl Bainbridge (Impedimenta)
Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexievich (Debolsillo)
El jardín colgante, de Patrick White (Tres Hermanas)
Tu amor es infinito, de Maria Peura (Sexto Piso)
Charlotte, de David Foenkinos (Alfaguara)

Ignasi Mena

Matar a otro perro, de Marek Hlasko (Malpaso)
A Werner Schroeter que no le temía a la muerte, de Philippe Azoury (Shangrila)
La pasión de la nueva Eva, de Angela Carter (Minotauro)
Stalker, de los hermanos Strugatsky (Gigamesh)
Must we mean what we say?, de Stanley Cavell (Oxford)
Introducción a la dialéctica, de Theodor Adorno (Eterna Cadencia)
Beatlebone, de Kevin Barry (Rayo Verde)
Prometea, de Alan Moore (los tres volúmenes)
La escuela más fea del mundo, de Toni Ramoneda (Clave Intelectual)
Autobiography of Alice B. Toklas, de Gertrude Stein (Penguin)

Faustino Sánchez

Las amistades peligrosas, de Choderlos de Laclos (Cátedra)
Zeroville, de Steve Erickson (Pálido fuego)
La leyenda del santo bebedor, de Joseph Roth (Anagrama)
La hoguera pública, por Robert Coover (Pálido fuego)
Al límite, de Thomas Pynchon (Tusquets)
El bandido, de Robert Walser (Siruela)
Guerra y guerra, de László Krasznahorkai (Acantilado)
Zeroville, de Steve Erickson (Pálido fuego)
Marienbad eléctrico, de Enrique Vila-Matas (Seix Barral)
Cero K., de Don DeLillo (Seix Barral)
El instante de peligro, de Miguel Ángel Hernández Navarro (Anagrama, 2015)

Susana Herman

Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin (Alfaguara)
Verde agua, de Marisa Madieri (Minúscula)
El amante, de A. B. Yehoshua (Duomo)
Una soledad demasiado ruidosa, de Bohumil Hrabal (Galaxia Gutenberg)
El último encuentro, de Sándor Márai (Salamandra)
La librería, de Penelope Fitzgerald (Impedimenta)
Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff (Errata naturae)
El ruido del tiempo, de Julian Barnes (Anagrama)
Me llamo Lucy Barton, de Elizabeth Strout (Duomo)
Poesía completa, de Alejandra Pizarnik (Lumen)

Inés Martínez García

Y eso fue lo que pasó, de Natalia Ginzburg (2016, Acantilado)
Tan poca vida, de Hanya Yanagihara (2016, Lumen)
La Tramontana, de Emily Roberts (2016, Isla de siltolá)
Basada en hechos reales, de Delphine De Vigan (2016, Anagrama)
Antología Tras(lúcidas): Poesía escrita por mujeres (1980-2016), de Marta López Vilar, Ant. (2016, Bartleby editores)
Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff (2016, Errata Naturae)
El Padre, de Sharon Olds (2004, Bartleby editores)
Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness (2016, Nube de tinta)
El espíritu de la ciencia ficción, de Roberto Bolaño (2016, Alfaguara)
Tres mujeres, de Sylvia Plath (2013, Nórdica)

Miguel Fuentes (Cosecha Roja)

La escena, de Clarence Cooper (Sajalín)
Muerte de un hombre feliz, de Giorgio Fontana (Libros del Asteroide)
Carver, de Pablo Cazaux (JPM)
Matar a otro perro, de Marek Hlasko (Malpaso)
Cutter y Bone, de Newton Thornburg (Sajalín)
El tren de las 3.10 a Yuma y otros relatos del oeste, de Elmore Leonard (Valdemar)
Apóstoles y asesinos, de Antonio Soler (Galaxia Gutenberg)
Madrid:frontera, de David Llorente (Alrevés)
Palabra de honor, de Ingrid Noll (Circe)
Besos a la luz de la lona, de varios autores (Demipage)

Diego Salgado

Nostalgia del futuro. Contra la historia del cine, de Hilario J. Rodriguez (Micromegas)
Kafka, de Reiner Stach (Acantilado)
El imperio del miedo: El cine de horror norteamericano Post 11-S, de Antonio José Navarro (Valdemar)
¿Cuánto vale el arte?, de Isabelle Graw (Mardulce)
El cine de la devoción, de Nathaniel Dorsky (Lumière)
La séptima función del lenguaje, de Laurent Binet (Seix Barral)
Cinematic Ghosts: Haunting and Spectrality from Silent Cinema to the Digital Era, coordinado por Murray Leeder (Bloomsbury)
Ante todo, no hagas daño, de Henry Marsh (Salamandra)
Paul Verhoeven, de Jordi Revert (Cátedra)
Defining Cult Movies: The cultural politics of oppositional taste, coordinado por Mark Jancovich (Manchester University Press)

Elisa G. McCausland

Conjuros y cantos, de Sara Torres (Kriller71)
¿Cuánto vale el arte?, de Isabelle Graw (Mardulce)
Hermano de hielo, de Alicia Kopf (Alpha Decay)
ID, de Emma Ríos (Astiberri)
La Reina Orquídea. Borja González (El Verano del Cohete)
Letra rebelde, de Natalia Carrero (Belleza Infinita)
¿Quién es el 11º pasajero?, de Moto Hagio (TomoDomo)
Trilogía del Infinito, de Angélica Liddell (La Uña Rota)
We Were Feminists Once. Andi Zeisler. Public Affairs
Yo veo / Tú significas, de Lucy R. Lippard (Consonni)

Alodia Clemente (Librería La Rossa)

Vivimos momentos dulces los y las amantes de la literatura. Este año se han publicado libros excepcionales tanto en la calidad del relato, como por las extraordinarias y cuidadas ediciones, cuajadas de maravillosas ilustraciones y con unos diseños de portada de lo más atractivos. No es fácil hacer una selección de 10 obras, así que esto es sólo un apunte a modo de sugerencia de aquellos libros que, quizá, no conocéis pero os aconsejo tener en cuenta más allá de los top 10 de la prensa generalista y los grandes almacenes de libros.

En castellano: María Villamayor, la bestseller valenciana, acaba de publicar “Años muertos”. Una novela ambientada en la Malvarrosa sobre los malos tratos.

En valenciano: Serena Barca, de Maria Josep Escrivà; un maravilloso poemario en la nostra llengua.

En inglés: The barkskins, de Annie Proulx. Vuelve la autora de Brokeback Mountain con un clásico instantáneo

En francés: Je suis là, de Clélie Avit. Emotiva, profunda, desgarradora.

Poesía: Poesía soy yo, una recopilación de Raquel Lanseros y Ana Merino de las poetas en español del S. XX ¡Por fin!

Ensayo: Los hombres me explican cosas, de Rebecca Solnit. Más que necesario, por desgracia.

Infantil: El lago de los cisnes / El llac dels cignes, de Charlotte Gastaut. Una MARAVILLA.

Ilustración: como todo el mundo conocéis “La Sed” de Paula Bonet, os voy a hablar de Maria Hesse y su “Biografía de Frida Kahlo” y de Idalia Candelas con “A solas” o de Kelly Sue Deconnik y Emma Ríos y su “Bella Muerte” y de…

Una rareza: Cuentos de Hadas, de Ángela Carter. Los cuentos no tienen por qué ser para niños y si hablamos de Ángela Carter, quizá tampoco para todos los adultos. Una genial edición de Impedimenta.

Un debut editorial: Aloha Editorial. Una editorial independiente y con mucho carácter que en sólo un año ha publicado “Crítica del vicio” de María Von Touceda (una novela que te martillea por dentro) y “She was so bad”, recopilación de relatos pulp que es, directamente, la sorpresa más refrescante de este 2016.

¡Feliz Año y mejores lecturas!

Elena Medel (editora de La Bella Varsovia, poeta y gestora cultural)

Conjuros y cantos, de Sara Torres (Kriller71)
Diario interestelar, de María Durán Montes (Modernito Books)
El dolor es esa cosa con alas, de Max Porter, con traducción de Milo Krmpotić (:Rata_)
En el café de los existencialistas, de Sarah Bakewell, con traducción de Ana Herrera (Ariel)
Estrómboli, de Jon Bilbao (Impedimenta)
La curva se volvió barricada, de Ángela Segovia (La uÑa RoTa)
Lo demás, de Robin Myers, con traducción de Ezequiel Zaidenwerg (Kriller71)
Piel de lobo, de Lara Moreno (Lumen)
Tan poca vida, de Hanya Yanagihara, con traducción de Aurora Echevarría (Lumen)
Varados en Río, de Javier Montes (Anagrama)

Marisol Salanova (editora de Micromegas, crítica de arte y comisaria)

Memorias de un gato de buena familia, de Katy Parra (Newcastle, 2016). Narrativa.
Librerías, de Jorge Carrión (Anagrama, 2013). Ensayo.
Tópo, de David Trashumante (Amargord, 2016). Poesía.
La costa afortunada, de Rubén Acosta (Ediciones Remotas, 2016). Fotolibro de artista.
Contexto como arquitectura, de Carlos Salazar Fraile (Micromegas, 2015). Arquitectura.
Venus barbuda y el eslabón perdido, de Pilar Pedraza (Siruela, 2009). Feminismo
El instante de peligro, de Miguel Ángel Hernández Navarro (Anagrama, 2015). Narrativa.
Hago pompas con saliva, de Ana Elena Pena (Melusina, 2011). Poesía.
Maternidades Subversivas, de María Llopis (Txalaparta, 2015). Feminismo.
La crítica dialogada, de Anna María Guasch (CENDEAC, 2016). Ensayo.

Laura Soriano y Roberto Martín (Sebastian Melmoth y UKE)

Carta a mi mujer, de Pentti Saarikoski (Nórdica)
Musas, mecenas y amantes, de Victoria Combalia (Circe)
Forever Woods, de Johnny Cash (Blue Ride Press)
Hambre, de Knut Hamsun (Ediciones de la Torre)
Poesía completa, de Emily Dickinson (Amargord)
Muerte en Persia, de Annemarie Schwarzenbach (Minúscula)
Nódulo Noir, de Alejandro Simon Partal (Renacimiento)
El jugador, de Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (Alianza)
Novela con cocaína, de Mark Aguéyev (Alba)

Juan Francisco Gordo López

Las listas son cosa tediosa para el que las elabora —por aquello de ceñirse a un número y excluir el resto, que puede que merezca la pena tanto o más que lo incluido— y un objeto fetiche para el voyeur, que se regodea en lo que otros han visto, vivido o, en este caso, leído. Como todas las listas, esta es la mía, personalísima y llena de opinadología y, desde luego, no todo lo mejor que he leído este año son novedades. Ahí van mis diez preferencias.

El delirio blanco, de Jacek Hugo-Bader (Editorial Dioptrías). De lo mejor que se ha publicado en todo el año, pienso. El relato de la crónica a través de la vastísima extensión de una Rusia soviética en ocasiones llega incluso a poner los pelos de punta. Jacek Hugo-Bader se chupa un viaje a través de la locura de una nación destrozada por sus sueños, su vodka y un delirio irracional que se apodera de todos. Una cosa bárbara de libro.

Palabras mayores, de Emilio Gancedo (Pepitas de calabaza). El periodista Emilio Gancedo nos ha brindado un libro que relata —y retrata— lo que es la tradición rural de los lugares más olvidados —que no escondidos— de la geografía de nuestro país. He disfrutado de este libro como si lo hubiese escrito para mí.

Sławomir Mrożek. Descubrí a este autor el año pasado y ha sido mi gran tabla de salvación durante este. La inmensa mayoría de su obra gira en torno al absurdo de una manera magistral y siempre con una crítica política tras la fábula y la risa. Un autor por el que hay que apostar y no quedarse sólo con los relatos y acudir también a su dramaturgia.

La España vacía, de Sergio del Molino (Editorial Turner). Sergio del Molino es un narrador nato, pero ha demostrado una gran maestría con el ensayo, en el que explora los mitos de esa parte del país, rural por lo demás, que no se corresponden para nada con la imagen que la parte más «civilizada» de la nación nos ha hecho ver. No habría sido posible la España urbana sin esa España vacía, y es una delicia leer por qué.

Editorial Jekyll & Jill. Aparte de ciertos libros magníficos que han publicado y que ya se están llevando su reconocimiento por otros medios, la obra general de la editorial zaragozana merece un reconocimiento especial por el mimo que ponen en cada uno de sus trabajos. Y no me refiero a cada uno como obra, sino como unidad. Cada ejemplar puede llegar a pasar por un proceso artesano de composición o, en cualquier caso, buscar características propias que se ajusten a lo que el libro demanda, no tanto el mercado. Y eso se nota y se disfruta.

El chico al que criaron como perro, de Bruce Perry y Maia Szalavitz (Capitán Swing). Una obra que jamás me cansaré de decir que me dejó «con el culo torcido». Que los niños conforman su identidad en los cuatro primeros años de vida lo sabíamos ya, pero que carencias tan básicas provoquen desastres humanos tan hórridos en el futuro hace que te plantees qué estaremos haciendo mal para que se sucedan semejantes desórdenes.

Historias de San Petersburgo, de Nikolai Gogol (Alianza Editorial). El verdadero clásico de Gogol son sus relatos, o novelas cortas, o como cada uno quiera llamarlo, pero disfrutar con El abrigo, La avenida Nevsky, La nariz o El retrato, entre otros, es algo que llevaba demasiado tiempo aplazando y al fin he podido con un clásico más. A veces no me siento preparado para leer alguna de estas obras inmortales, pero cuando da la casualidad que coincide el tiempo con el goce, es una auténtica maravilla.

Los perales tienen la flor blanca, de Gerbrand Bakker (Rayo Verde). Este es un libro que no esperaba para nada. Llegó al correo, lo empecé a leer porque ya que me lo habían enviado… ¡Y resultó que me apasionó tanto el sencillo y estético tratamiento de la ceguera en el chico protagonista que me lo fundí en dos ratos! La calidad estética de la narración y la sensibilidad del autor durante el desarrollo de la historia la convierten en una obra hecha para los sentidos más que para el intelecto, que se ve reducido a una mortaja diabólica.

Estrómboli, de Jon Bilbao (Impedimenta). Los cuentos de Jon Bilbao no suelen defraudar. El que lo probó lo sabe, y es que el autor tiene un estilo tan depurado que uno espera exactamente lo que encuentra en cada nuevo libro: historias que podrían pasar por cotidianas pero que rompen en algún momento la monotonía justo con un acto que todos hemos temido alguna vez que nos suceda. Y de ahí en adelante todo es frustración y un empeño por proponer salvar el escollo a unos personajes que bien podrían ser conocidos.

Etílico, de Carlos Mayoral (Libros.com). Esta es otra de esas obras con más calidad de la que uno espera. Carlos Mayoral es un excelente articulista y tiene buena dote para el ensayo, pero en esta primera incursión en la novela se sale de madre y experimenta narrativamente con la conciencia de cinco personajes de la literatura agotados por su propia autodestrucción. Es una lectura a medio camino entre la ficción y la realidad que recuerda absolutamente a los estilos literarios de cada personaje: Poe, Bukowski, Fitzgerald, Plath y Hemingway.

BONUS. El topo que quiso saber quién se había hecho aquello sobre su cabeza, de Werner Holzwarth y Wolf Erlbuch (Beascoa). Otro clásico, en esta ocasión infantil, género que siempre es una apuesta segura sea cual sea la edad del lector. El dichoso topo engancha en su búsqueda sin cuartel para acabar con un desenlace casi borgiano. ¿Oigo risas? Leerlo es entenderlo.


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